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Guatemala: paralizados por el miedo

A principios de marzo, Dionisio Gutiérrez dio un discurso poco común para un miembro de la élite empresarial en Guatemala, arremetiendo sin rodeos contra el Presidente Jimmy Morales. "La devastación que Ud. está dejando es una amenaza para la democracia, para el Estado de derecho y para la libertad de la nación", dijo Gutiérrez en la inauguración del IV Encuentro Ciudadano, organizado por la Fundación Libertad y Desarrollo que él preside.

Y continuó: "Lejos de liderar el esfuerzo contra la corrupción, lo destruyó, desmanteló los avances a la Policía Nacional y comprometió la seguridad ciudadana con la complicidad del ministro de Gobernación más mediocre y prepotente que hemos tenido en décadas".

En el pasado, la élite empresarial de Guatemala no ha sido particularmente famosa por luchar contra la corrupción y defender la democracia.

"Gutiérrez es un caso muy particular", explica Raquel Zelaya, presidenta de la junta directiva del think tank Asíes. "Él pertenece a una de las familias de mayor peso económico en el país, pero es ave suelta y tiene un discurso diferente", explica. Sin embargo, Gutiérrez no sólo regañó a los políticos, sino también a su propio sector: "Las causas de que nuestra sociedad esté debilitada y enfrentada están en la pequeñez de la política, el oportunismo de sus dirigentes, la complicidad y la indiferencia de las élites, en especial de la élite económica y la corrupción que ha destrozado nuestra democracia y debilitado sus instituciones", dijo el empresario.

Puede que Gutiérrez sea un caso particular, pero también hay otros empresarios como Estuardo Porras Zadik que ya no se quedan callados e indiferentes ante la crisis política del país.

Aunque su propio hermano haya sido procesado por el delito de financiamiento electoral ilícito, Porras Zadik ha defendido públicamente la lucha contra la corrupción del Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Porras Zadik considera que la corrupción no es un problema solamente de la política en el país, sino de toda la sociedad. "Para que exista un verdadero cambio en este país, lo que tenemos que hacer es aceptar nuestro involucramiento en la construcción de esta sociedad para entender cómo participamos para empezar a romper esta cultura", dice el caficultor e inversionista en infraestructura de telecomunicaciones.

Según Porras Zadik, el empresariado del país es mucho menos uniforme de lo que se percibe. "Mucha gente en el sector empresarial quiere un cambio, pero sabe que el proceso de este cambio conlleva abrir el pasado, y a esto le tienen pánico", explica.

Por lo tanto, aunque estén alarmados con el deterioro institucional y el rompimiento constitucional bajo el gobierno de Jimmy Morales que no acata ordenes judiciales y pone el Estado de derecho en entredicho, al final prefieren el statu quo del cual se han beneficiado durante décadas.

"Creo que a gran mayoría de empresarios es gente correcta, pero lástimosamente son apáticos a levantar la voz y a renunciar a las cámaras tradicionales", dice Porras Zadik. "Y la gente a la que no le interesa tener voz, porque no le interesa hacer algo políticamente, se esconde en no hacer nada", concluye.

(dg)

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