El Nationalmuseum rinde homenaje a las escultoras del modernismo sueco
Agnes de Frumerie in her studioAlice Nordin - Bust of a Woman - variant of Andante Patetico - 1911
Del 17 de marzo al 11 de septiembre de 2022, el Nationalmuseum de Estocolmo presenta “¡Qué alegría ser escultora!" Mujeres artistas suecas 1880-1920”, una exposición que recorre la obra de las mujeres escultoras del modernismo sueco.
Fuente: Nationalmuseum, Estocolmo. Imágenes: Agnes de Frumerie en su estudio, fotografía de Gustav Simon Ander ·· Alice Nordin, Busto de mujer, variante de "Andante Patetico", 1911. Yeso patinado. Museo Nacional.
La exposición, que toma su título de una anotación en el diario de la artista Ida Matton en su diario el 10 de agosto de 1923 ("¡Qué alegría ser escultora! Artista. Hurra!"), presenta unas 100 obras de varias escultoras suecas que trabajaron en el periodo entre 1880 y 1920, como Ida Matton (1863-1940), Ruth Milles (1873-1941), Alice Nordin (1871-1948), Agnes de Frumerie (1869-1937) y Sigrid Fridman (1879-1963).
Después de sus estudios viajaron al continente, y especialmente a París. Allí conocieron la vida moderna y nuevos ideales artísticos. Había escuelas de arte, salones y ferias del mundo. Las escultoras fueron capaces de encontrar nuevos enfoques de colaboración entre ellas, especialmente cuando se trataba de arte aplicado dirigido a un mercado más amplio. Algunas de ellas tuvieron un gran éxito en las exposiciones y permanecieron en París la mayor parte de su vida. Otros llevaron una existencia algo nómada por toda Europa, viviendo de forma independiente, y poco convencional para los estándares de la época, en relaciones libres.
En su época, el trabajo de escultor, a menudo exigente físicamente, se consideraba poco apropiado para mujeres, así como algunos temas, como las esculturas de cuerpos desnudos. Pese a ello, explica el museo, “su obra es muy amplia y abarca todos los géneros. Sus esculturas, a menudo reproducidas en diversos tamaños y materiales, se hicieron muy populares. Pero también fueron objeto de críticas y sólo lograron una exposición limitada en museos y espacios públicos. Como resultado, muchas de ellas cayeron en el olvido durante gran parte del siglo XX”.

Read the full article