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Botero y Rivera lideran la subasta de arte latinoamericano en Christie’s

Botero y Rivera lideran la subasta de arte latinoamericano en Christie’s
Botero y Rivera lideran la subasta de arte latinoamericano en Christie’s
Diego Rivera - La Bordadora - 1928Tomas Sanchez - Llegada del caminante a la laguna - 1999
Resumen de la subasta de arte latinoamericano en Christie’s Nueva York del 11 de marzo de 2022, en la que destacaron obras de Fernando Botero, Diego Rivera y Tomás Sánchez.
G. Fernández ·· theartwolf.com ·· Imágenes: Diego Rivera, “La bordadora”, 1928. Óleo sobre lienzo, 79.4 x 99.1 cm. ·· Tomás Sánchez, “Llegada del caminante a la laguna”, 1999. Óleo sobre lienzo, 200 x 252.3 cm. © Tomás Sánchez
La subasta, que recaudó 27,7 millones de dólares (25,4 millones de euros) estuvo liderada por “Hombre a caballo”, una escultura creada en 1999 por Fernando Botero. Christie’s reproduce en su web un texto de Abby McEwen, profesora en la Universidad de Maryland, que mantiene -de forma bastante entusiasta- que esta escultura de Botero “desciende de un largo linaje de estatuas ecuestres de bronce, desde Marco Aurelio en Roma hasta la Gattamelata de Donatello en Padua”. Bastante entusiasta, insisto. En cualquier caso, la monumental -y ciertamente notable- obra, de 3,5 metros de alto, se remató por 4,3 millones de dólares (casi 4 millones de euros), un récord para el artista.
Pero, aunque el Botero fue la obra que logró un precio más elevado, el gran triunfador de la subasta fue Diego Rivera, cuyo “La bordadora” superó con creces su estimación preventa de entre 700.000 y 900.000 dólares, rematándose por 4,14 millones de dólares (3,8 millones de euros). La obra, que pertenecía a una colección privada de Nueva Orleans prácticamente desde que fue pintada, muestra, según Christie’s, “influencias cubistas”, y yendo incluso más atrás en el tiempo la comparación con “Los jugadores de cartas” de Cézanne es tentadora, aunque posiblemente demasiado ambiciosa. “La bordadora” fue pintada en 1928, el mismo año en el que Rivera creó “Baile en Tehuantepec”, una de sus indiscutibles obras maestras, adquirida en 2016 por Eduardo F. Costantini por 15,6 millones de dólares.
Los paisajes monumentales de Tomás Sánchez, como “Llegada del caminante a la laguna” (1999) son obras maestras del Realismo Mágico, dignos compañeros de las novelas de Gabriel García Márquez, quien, de forma muy apropiada, escribió el prólogo del catálogo ilustrado del artista. “Llegada del caminante a la laguna” contaba con una estimación preventa de entre 750.000 y 950.000 dólares y se remató por 1,8 millones de dólares (1,65 millones de euros), un precio justo para una maravillosa obra de arte.
La subasta incluía también varias pinturas de Roberto Matta, de las que “L'unité absolue” era sin duda la más importante. Pintada en 1942, una época en la que Matta, junto con Arshile Gorky y Hans Hofmann, preparó el camino para el Expresionismo Abstracto, la pintura superó con creces su estimación preventa, rematándose por 882.500 dólares (809.000 euros). “Apolo en el Templo de Miguel Rata”, una pequeña y muy interesante pintura de Leonora Carrington, se subastó por 378.000 dólares, más de cinco veces su estimación preventa más optimista.

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