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Las ofrendas para la Madre Tierra - El Chukuta

Las ofrendas para la Madre Tierra

Con el primer día de agosto, comienza el mes de la madre tierra. En la cultura Aymara y Quechua, la gente dice que la Pachamama tiene hambre, por eso abre su boca y espera su alimento. A cambio, la Madre Tierra regresará agradecimientos en forma de buena salud o financiamiento para el siguiente año. Para sus ofrendas, la gente prepara mesas con dulces, fetos de llamas y otras cosas que muestran sus deseos.

Elizabeth es una casera del mercado de las brujas entre las calles Sargarnaga, Santa Cruz, Linares y Murillo. Hace ocho años apoya a su madre en una tienda, en la que venden fetos de llamas, hierbas, botellas de sabila, pebetes y muchas otras cosas más. En este mes venden algo especial: la mesa de la Pachamama, que compran muchos paceños para agradecerle por un año exitoso y para pedir por un año nuevo con mucha felicidad y abundancia. Las mesas cuestan entre 25 y 35 Bolivianos en promedio, dependiente de la preparación. Algunas mesas tienen copias de billetes bolivianos, otras con bebidas, para ofrecer a la Pachamama en el rito del sacrificio.

El mes agosto es importante por el calendario agrícola del occidente boliviano. Según la creencia en la Pachamama, ella puede ayudar a que los suelos sean cultivados después del invierno. Además, deben alimentar a la Madre Tierra, para que ella esté satisfaga y no coma las semillas de la nueva epoca agrícola.

Así el mes agosto también es un mes de buenos negocios para las caseras, Elizabeth explica, porque las mesas tienen una facturación mejor que el resto del año. Al final de agosto, ella misma va a sacrificar una mesa para la Pachamama, en una fiesta, que comienza en la noche, porque según de la tradición, los sacrificios más apropiados serán en la primera y en la última semana del mes, especialmente, si la ofrenda se cumple al medio día o cerca de la medianoche.
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